KIERKEGAARD. El egoismo del NUNCA ME LO PERFONARÉ.
CITA. TRATADO DE LA DESESPERACIÓN. Kierkegaard. Este hombre protestará quizá con palabras cada vez más fuertes, por toda la tortura de su recaída, de cómo le arroja en la desesperación. «Nunca me lo perdonaré», dice. Y todo, para traduciros el bien que hay en él, la bella profundidad de su naturaleza. Ahora bien, no es más que mistificación. En mi descripción, expresamente, he incluido el «nunca me lo perdonaré», una de esas frases, precisamente, que de ordinario se estrecha en semejantes circunstancias. Esa frase, en efecto, os coloca de inmediato de aplomo en la dialéctica del yo. Nunca él se perdonará... pero si entonces Dios quisiera hacerlo, ¿tendría la maldad, él mismo, de no perdonarse? En realidad, su desesperación del pecado -sobre todo cuando hace gala de expresiones denunciándose (sin pensar en ellas para nada), cuando dice que «no se perdonará nunca» por haber pecado de esa manera (palabras casi opuestas a la humilde contrición que ruega a Dios el perdón)-, su desesp...