Reflexions sobre sí mateix, que és el cos, en Nietzsche.

[23/7 23:32] Pep: A los despreciadores del cuerpo quiero decirles mi palabra. No deben aprender ni ense- ñar otras doctrinas, sino tan sólo decir adiós a su propio cuerpo - y así enmudecer. «Cuerpo soy yo y alma» - así habla el niño. ¿Y por qué no hablar como los niños? Pero el despierto, el sapiente, dice: cuerpo soy yo íntegramente, y ninguna otra cosa; y alma es sólo una palabra para designar algo en el cuerpo. El cuerpo es una gran razón, una pluralidad dotada de un único sentido, una guerra y una paz, un rebaño y un pastor. Instrumento de tu cuerpo es también tu pequeña razón, hermano mío, a la que llamas «espíritu», un pequeño instrumento y un pequeño juguete de tu gran razón. Dices «yo» y estás orgulloso de esa palabra. Pero esa cosa aún más grande, en la que tú no quieres creer, - tu cuerpo y su gran razón: ésa no dice yo, pero hace yo. Lo que el sentido siente, lo que el espíritu conoce, eso nunca tiene dentro de sí su final. Pero sentido y espíritu querrían persuadirte de que ellos son el final de todas las cosas: tan vanidosos son. Instrumentos y juguetes son el sentido y el espíritu: tras ellos se encuentra todavía el sí- mismo. El sí-mismo busca también con los ojos de los sentidos, escucha también con los oídos del espíritu. El sí-mismo escucha siempre y busca siempre: compara, subyuga, conquista, destruye. El sí-mismo domina y es el dominador también del yo. Detrás de tus pensamientos y sentimientos, hermano mío, se encuentra un soberano po- deroso, un sabio desconocido - llámase sí-mismo. En tu cuerpo habita, es tu cuerpo. Hay más razón en tu cuerpo que en tu mejor sabiduría. ¿Y quién sabe para qué necesita tu cuerpo precisamente tu mejor sabiduría? Tu sí-mismo se ríe de tu yo y de sus orgullosos saltos. «¿Qué son para mí esos saltos y esos vuelos del pensamiento?, se dice. Un rodeo hacia mi meta. Yo soy las andaderas del yo y el apuntador de sus conceptos.» El sí-mismo dice al yo: «¡siente dolor aquí!» Y el yo sufre y reflexiona sobre cómo de- jar de sufrir - y justo para ello debe pensar. El sí-mismo dice al yo: «¡siente placer aquí!» Y el yo se alegra yreflexiona sobre cómo seguir gozando a menudo - y justo para ello debe pensar. A los despreciadores del cuerpo quiero decirles una palabra. Su despreciar constituye su apreciar. ¿Qué es lo que creó el apreciar y el despreciar y el valor y la voluntad? El sí-mismo creador se creó para sí el apreciar y el despreciar, se creó para sí el placer y el dolor. El cuerpo creador se creó para sí el espíritu como una mano de su voluntad. Incluso en vuestra tontería y en vuestro desprecio, despreciadores del cuerpo, servís a vuestro sí-mismo. Yo os digo: también vuestro sí-mismo quiere morir y se aparta de la vida. Ya no es capaz de hacer lo que más quiere: - crear por encima de sí. Eso es lo que más quiere, ése es todo su ardiente deseo. Para hacer esto, sin embargo, es ya demasiado tarde para él: - por ello vuestro sí-mismo quiere hundirse en su ocaso, despreciadores del cuerpo. ¡Hundirse en su ocaso quiere vuestro sí-mismo, y por ello os convertisteis vosotros en despreciadores del cuerpo! Pues ya no sois capaces de crear por encima de vosotros. Y por eso os enojáis ahora contra la vida y contra la tierra. Una inconsciente envidia hay en la oblicua mirada de vuestro desprecio. ¡Yo no voy por vuestro camino, despreciadores del cuerpo! ¡Vosotros no sois para mí puentes hacia el superhombre! – Así habló Zaratustra. FRIEDRICH NIETZSCHE. [24/7 5:54] Pep: Quan l'eremita pensa "Uno siempre a mí alrededor es demasiado" crec que fa referència al "jo" verbal que, per tant, és social. L'eremita està cansat de paraules i vol el silenci. Vol oblidar-se del jo social i dels altres per ser ell mateix i és ell mateix, segons Heidegger, en l'aïllament callat que projecta possibilitats de la seva existència i les executa. [24/7 5:54] Pep: Havia interpretat el "jo" com "esperit" i la consciència del "jo" com "sentit" (o ànima). Així deia com Emil Cioran " *Pensam, amb el cervell, però, ens entemem que pensam, amb l'ànima.".* El cervell, ja està clar, és una part del cos i el cos inclou el cos i el cervell. Interpretrava que l'ànima era el mí o sí-mateix però en Nietzsche diu que "esperit" i "sentit" són instruments del sí-mateix, que és el cos. [24/7 5:54] Pep: Per en Nietzsche, com a vitalista, el cos era molt important. "Esperit" o "jo" o pensament verbal i social és una part conscient del cos (o sí-mateix). El cos (o sí-mateix) inclou tots els processos i continguts inconscients, els del "jo" i el sentit (o ànima). Per jo l'ànima són els sentits o el sentit en general.

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