Spinoza 4
Com veus amb ChatGPT intent resoldre els meus dubtes que, després de llegir l'Ètica de Spinoza, no s'aturen d'augmentar.
Hauré de practicar el Zen per no tornar més sonat del que hi estic amb tants de dubtes.
PEP PREGUNTA.
¿O sea, según Spinoza, al morir dejamos de ser conscientes para siempre?
CHATGPT RESPONDE.
Sí, según Spinoza, tras la muerte cesa para siempre la conciencia individual que tenemos mientras vivimos.
En su filosofía:
Mientras vivimos, el alma tiene ideas que dependen del cuerpo (percepciones, recuerdos, emociones). Estas forman nuestra conciencia cotidiana y requieren del tiempo y de la duración del cuerpo.
Al morir, todas esas ideas imaginativas y sensibles desaparecen con el cuerpo, por lo que la conciencia individual desaparece también.
Lo que queda es solo la parte del alma que entiende las cosas sub specie aeternitatis (por ideas adecuadas). Esta parte es eterna porque es una idea en Dios, pero no es una “conciencia personal” ni un “yo” que se dé cuenta de algo después de la muerte.
En resumen: para Spinoza, lo eterno que hay en nosotros no vive, no recuerda, no siente, ni piensa como un yo temporal; es más bien una forma de ser en Dios, sin tiempo ni experiencia sucesiva.
Si quieres, puedo mostrarte un pasaje exacto de la Ética donde Spinoza dice esto con todas las letras.
PEP PREGUNTA.
¿Y eso que queda de nosotros al no ser consciente ni individual ni colectivamente es incapaz de hacer nada ni de sentir nada?
CHATGPT RESPONDE.
Exacto.
Para Spinoza, lo que queda de nosotros tras la muerte —esa parte eterna del alma que pertenece al atributo pensamiento de Dios— no actúa, no siente, no decide en el sentido temporal o personal.
La razón es que:
No es un yo que exista en el tiempo, así que no puede iniciar acciones ni experimentar sensaciones.
No es consciente como entendemos la conciencia humana (con secuencia de pensamientos o percepciones).
No tiene voluntad propia porque, en Spinoza, toda idea eterna es simplemente una parte del intelecto infinito de Dios, expresando la esencia de algo de manera intemporal y necesaria.
En ese sentido, lo que “queda” de nosotros no “hace” ni “siente” nada: es simplemente una idea eterna que expresa en Dios lo que somos en nuestra esencia, sin duración y sin experiencia subjetiva.
Si quieres, puedo explicarte cómo Spinoza ve esto como una forma de “salvación” o “gloria” aunque no implique que tú, como persona, sigas viviendo o sintiendo.
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