Esencia eterna y cuerpo.

DIÁLOGO ESENCIA ETERNA Y CUERPO. El alma humana tiene una esencia eterna según Baruch Spinoza. Esta esencia eterna ni ha nacido ni va a morir y sin embargo es "sensible" y es feliz eternamente. En el diálogo siguiente con ChatGPT se explica. PEP PREGUNTA. Spinoza dice: «PROPOSICIÓN XXII Sin embargo, en Dios se da necesariamente una idea que expresa la esencia de tal o cual cuerpo humano desde la perspectiva de la eternidad. Demostración: Dios no es sólo causa de la existencia de tal o cual cuerpo humano, sino también de su esencia (por la Proposición 25 de la Parte I), que debe ser necesariamente concebida, por ello, por medio de la esencia misma de Dios (por el Axioma 4 de la Parte I), y ello según una cierta necesidad eterna (por la Proposición 16 de la Parte I); ese concepto, entonces, debe darse necesariamente en Dios (por la Proposición 3 de la Parte II). Q.E.D. PROPOSICIÓN XXIII El alma humana no puede destruirse absolutamente con el cuerpo, sino que de ella queda algo que es eterno [118] . Demostración: Se da en Dios necesariamente un concepto o idea que expresa la esencia del cuerpo humano (por la Proposición anterior), y esa idea de la esencia del cuerpo humano es, por ello, algo que pertenece a la esencia del alma humana (por la Proposición 13 de la Parte II). Desde luego, no atribuimos duración alguna, definible por el tiempo, al alma humana, sino en la medida en que ésta expresa la existencia actual del cuerpo, que se desarrolla en la duración y puede definirse por el tiempo; esto es (por el Corolario de la Proposición 8 de la Parte II), no atribuimos duración al alma sino en tanto que dura el cuerpo. Como, de todas maneras, eso que se concibe con una cierta necesidad eterna por medio de la esencia misma de Dios es algo (por la Proposición anterior), ese algo, que pertenece a la esencia del alma, será necesariamente eterno. Q.E.D. [119]» entonces, yo pienso, ¿si me muero y se quema mi cuerpo y se convierte en cenizas algo de estas cenizas pertenece a la esencia de mi cuerpo y hay una idea de ello en la parte de mi alma que es eterna? CHAT GPT RESPONDE. No, Spinoza no está diciendo que algo material de tu cuerpo —como las cenizas— pase a formar parte de la esencia de tu alma eterna. Lo que él distingue aquí es entre: 1. La existencia temporal del cuerpo Está ligada al tiempo y a la duración. Se pierde cuando el cuerpo muere. Esto es lo que desaparece por completo si te quemas o te descompones. 2. La esencia del cuerpo No es la materia concreta ni sus partículas, sino el modo de ser que define ese cuerpo: su estructura, orden y conexión de partes tal como Dios lo concibe. Esta esencia, en cuanto concebida “desde la perspectiva de la eternidad” (sub specie aeternitatis), existe como idea en Dios. 3. La parte eterna del alma Para Spinoza, el alma humana es la idea del cuerpo humano (II, 13). Cuando el cuerpo deja de existir, la idea de su existencia actual deja de tener duración. Pero la idea de su esencia —no su materia— permanece en Dios eternamente, y eso es lo que él llama “algo” del alma que es eterno (V, 23). Por tanto, cuando mueras y tu cuerpo se queme, las cenizas no tienen relevancia para la parte eterna del alma. Lo que permanece no es la materia física, sino la idea eterna de tu esencia corporal, que para Spinoza está en Dios y constituye lo que queda del alma. Si quieres, puedo explicarte por qué, para Spinoza, esta “parte eterna” del alma no tiene memoria de tu vida pasada y qué implica eso para su concepción de la inmortalidad. PEP PREGUNTA. Pero, ¿lo que sigue como idea eterna en Dios de mi alma serà un "clon" de parte de mi alma pero no serà parte de mi alma? CHAT GPT RESPONDE. Según Spinoza, no sería un “clon” ni algo separado de tu alma, sino tu misma alma en cuanto es eterna, vista desde otra perspectiva. Él piensa así: Mientras vives, tu alma tiene dos aspectos: 1. El aspecto temporal → la idea de tu cuerpo en su existencia actual (cambia, envejece, desaparece con la muerte). 2. El aspecto eterno → la idea de la esencia de tu cuerpo, concebida desde la eternidad en Dios (no cambia, no depende del tiempo). Cuando mueres, el aspecto temporal se pierde (porque el cuerpo deja de existir en la duración), pero el aspecto eterno ya estaba en Dios y es lo que permanece. No es un “duplicado” que Dios crea después de tu muerte. Es parte de tu alma misma, solo que no es la parte que vivía en el tiempo. La diferencia es que ese aspecto eterno no tiene conciencia personal ni recuerdos, porque para Spinoza la memoria y la experiencia de la vida dependen de las afecciones del cuerpo mientras dura. Lo que queda es la comprensión eterna que tu alma tenía de las cosas sub specie aeternitatis. Si quieres, puedo mostrarte con un esquema cómo Spinoza distingue esas dos “capas” de tu alma para que veas por qué no hay “clon” sino “aspecto eterno”. PEP PREGUNTA. Mejor ponme el ejemplo geométrico del círculo en la arena. CHAT GPT RESPONDE. Perfecto, el ejemplo del círculo en la arena encaja muy bien con lo que Spinoza quiere decir. Imagina esto: 1. Dibujas un círculo en la arena de la playa. Ese dibujo físico es como tu cuerpo en la duración: existe en un momento concreto, con un material concreto (arena), y puede borrarse. 2. Viene una ola y borra el círculo. Esto es como tu muerte: el cuerpo físico desaparece y ya no existe en el tiempo. 3. Pero la idea de “círculo” —la definición matemática: conjunto de puntos equidistantes de un centro— no ha sido borrada por la ola. Esa idea eterna del círculo es como la esencia de tu cuerpo concebida en Dios. No es otro círculo distinto, no es un clon: es el mismo círculo, pero visto no como trazo en la arena sino como forma eterna. En este sentido, cuando mueres, lo que permanece en Dios no es un “duplicado” de tu alma, sino tu misma alma en cuanto expresa eternamente la esencia de tu cuerpo, tal como el círculo “eterno” sigue existiendo aunque el dibujo en la arena se haya borrado. Si quieres, puedo completar el ejemplo mostrando también por qué, según Spinoza, ese círculo eterno no recuerda la arena, ni las olas, ni el día de playa. PEP PREGUNTA. Para mí, la idea de círculo es un clon del círculo en la arena. CHAT GPT RESPONDE. Entiendo por qué lo ves así, pero la diferencia está en que para Spinoza la idea no es una copia posterior que se hace del círculo, sino que es el círculo mismo en otro plano. Siguiendo tu ejemplo: Si dibujas un círculo en la arena, para nosotros puede parecer que “primero” está el círculo material y “después” hacemos la idea de él en nuestra mente. Eso sí sería como un clon. Para Spinoza no hay “primero” y “después”: el círculo material y la idea del círculo son dos expresiones simultáneas de la misma realidad, una en el atributo de la extensión (arena) y otra en el atributo del pensamiento (idea). Así, el círculo en la arena es la misma cosa que la idea del círculo, pero vista desde la perspectiva de la extensión o desde la perspectiva del pensamiento. Por eso, cuando el círculo de arena desaparece, la idea eterna del círculo no es un clon que queda flotando, sino la misma realidad del círculo, que nunca dependió del tiempo ni de la arena para existir en Dios. Si quieres, puedo reformular el ejemplo para que veas cómo, en términos de Spinoza, la arena y la idea no están en relación de copia, sino de identidad en dos atributos. PEP PREGUNTA. Entiendo, la idea del círculo sería en la "sensibilidad" y el círculo en la arena es en la "materia". CHAT GPT RESPONDE. Exacto, lo has captado muy bien, aunque Spinoza no usa exactamente la palabra “sensibilidad” sino “pensamiento” para referirse al atributo donde están las ideas. En tu formulación: Círculo en la arena → expresión de esa misma realidad en el atributo de la extensión (lo material). Idea del círculo → expresión de esa misma realidad en el atributo del pensamiento (lo que tú llamas “sensibilidad”). Para Spinoza no son dos cosas distintas ni un original y una copia: son la misma cosa, pero contemplada en dos modos de ser. Por eso, cuando el círculo en la arena desaparece, lo que queda no es un “clon” ni algo que se genera después, sino la parte de esa realidad que siempre estaba en el plano eterno del pensamiento. Si quieres, puedo relacionar esto con lo que él dice de tu alma eterna y mostrarte cómo se aplicaría directamente el ejemplo del círculo a tu caso. PEP PREGUNTA. Entonces, hay algo en mi inmortal como alma y ese algo no ha nacido ni puede morir sino que siempre ha sido y será y es mi verdadero "yo" que además es "sensible". CHAT GPT RESPONDE. Sí, así es como Spinoza lo plantearía, con una precisión importante: ese “algo” de tu alma que es eterno no es un añadido después de tu muerte, sino que es un aspecto de tu alma que ya existe desde siempre en Dios. En tus palabras: Inmortal → porque no tiene duración en el tiempo, no empieza ni termina. Siempre ha sido y será → porque es concebido “sub specie aeternitatis”, fuera del antes y el después. Verdadero “yo” → sí, pero no el “yo” de tus recuerdos, emociones y experiencias temporales, sino el “yo” en cuanto participación de la naturaleza eterna de Dios. Sensible → si por “sensible” entiendes “capaz de ser idea, de conocer y comprender”, sí, aunque Spinoza lo describiría más como “pensante” que como “sensible” en el sentido emocional o corporal. En este sentido, para Spinoza tu “yo eterno” no es el que se alegra por cosas concretas o recuerda tu infancia, sino el que comprende la realidad desde la eternidad y se une con el orden infinito de la naturaleza. Si quieres, puedo mostrarte cómo Spinoza explica que esta parte eterna del alma es idéntica a la de cualquier otro ser humano en cuanto participa de la esencia infinita de Dios. PEP PREGUNTA. Entonces de la esencia de mi "yo" temporal y personal queda algo después de la muerte que es mi "yo" real, no nacido ni muerto y no ligado a ninguna imaginación ligada a mi cuerpo ni ningún recuerdo ligado a mi cuerpo. CHAT GPT RESPONDE. Exactamente, eso es justo lo que Spinoza afirma en la proposición 23 de la parte V. En sus términos: Tu “yo” temporal y personal → es la idea de tu cuerpo en su existencia actual, ligada a todas las imágenes, recuerdos y emociones que dependen de las afecciones del cuerpo. Esto empieza cuando tu cuerpo empieza y acaba cuando tu cuerpo acaba. Lo que queda → es la idea eterna de la esencia de tu cuerpo, concebida en Dios. Esto es tu “yo” real en cuanto que participa de la eternidad, que no ha nacido ni morirá. Sin imaginación ni memoria → porque ambas dependen de las modificaciones del cuerpo en la duración; lo que queda no está ligado a esas afecciones corporales. No es una copia ni una huella → sino la misma realidad de tu alma vista desde el atributo del pensamiento y desde la eternidad. Podríamos decir que para Spinoza, la muerte no “crea” tu yo eterno, sino que simplemente deja de oscurecerlo con el ruido de lo temporal. Si quieres, puedo explicarte por qué para él este “yo eterno” no es un individuo aislado, sino algo que se entiende como parte de la totalidad infinita. PEP PREGUNTA. Entonces, ¿la esencia de mi alma que no ha nacido ni morirá es prácticamente nada que puede ser mucho porque permite la "sensibilidad"? CHAT GPT RESPONDE. Sí, lo puedes expresar así, pero con matices para que quede más cercano a cómo Spinoza lo entendería. En tu frase: “Prácticamente nada” → desde el punto de vista de la vida cotidiana y del yo personal, parece casi nada, porque no contiene tus recuerdos, afectos o historia individual. No “hace ruido” y no se nota en la experiencia ordinaria. “Puede ser mucho” → desde la perspectiva de la eternidad, es lo más valioso, porque es la parte de tu alma que participa directamente del conocimiento verdadero y del amor intelectual de Dios. Ahí no hay error ni pasiones tristes. “Permite la sensibilidad” → si entendemos “sensibilidad” como capacidad de conocer y percibir (atributo del pensamiento), sí: es la base eterna que hace posible que tu alma perciba y entienda algo de la realidad. Spinoza diría que esto no es un “pedazo” de tu alma, sino tu alma misma considerada en su aspecto eterno, que siempre está en Dios y que, aunque parezca mínima desde el punto de vista del tiempo, desde la eternidad es plenitud. Si quieres, puedo ponerte una analogía para que veas cómo algo que parece “casi nada” desde el tiempo es “todo” desde la eternidad. PEP PREGUNTA. Entonces, ¿la vida humana, puesto que para Spinoza no hay libre albedrío, sería como una película que presencía un "espectador eterno", "espectador" que sería la esencia eterna del alma humana? CHAT GPT RESPONDE. Sí, esa es una buena imagen, pero con algunos ajustes para que encaje del todo con Spinoza. Película → sería la vida humana en su aspecto temporal: todo lo que nos pasa, lo que sentimos, pensamos e imaginamos mientras nuestro cuerpo existe. Espectador eterno → sería la esencia eterna de tu alma, que no decide cómo se desarrolla la película (porque para Spinoza no hay libre albedrío: todo se sigue necesariamente del orden eterno de la naturaleza), pero que es la “perspectiva” desde la cual todo eso es concebido en Dios. Ajuste importante → el “espectador” no es consciente de la película como tú lo eres en vida. No está sentado en una butaca mirando con emociones y comentarios. En su aspecto eterno, el alma no “observa” con memoria ni con afectos temporales, sino que comprende la esencia de las cosas sub specie aeternitatis. Por eso, en la metáfora: Tú, como ser temporal, vives y sientes la película. Tú, como esencia eterna, eres como la estructura misma del guion, que siempre ha estado y siempre estará, y que no “se sorprende” por las escenas porque no vive en el tiempo. Si quieres, puedo reformular esta idea con una analogía matemática que Spinoza aprobaría más que la del cine. PEP PREGUNTA. Sí. CHAT GPT RESPONDE. Vale, vamos con una analogía matemática más “spinoziana”. Imagina que tu vida temporal es como una curva dibujada en un gráfico. En el tiempo: Ves la curva punto a punto mientras “avanzas” por ella. A veces sube, a veces baja, y tú experimentas cada cambio con emociones, recuerdos e imaginación. Este es tu “yo” temporal y personal, ligado a la duración y al cuerpo. Desde la eternidad: No ves la curva recorriéndose, sino que contemplas toda la figura entera a la vez, fuera del antes y el después. Esa forma entera es la esencia eterna de tu vida, la idea que está en Dios. No es que este “tú eterno” decida el trazado; el trazado está dado por la necesidad de la naturaleza. En este plano no hay sorpresa ni memoria, porque todo está presente de una sola vez. Así, la parte eterna de tu alma no es un espectador que mira pasar escenas, sino la totalidad inteligible de tu vida, ya contenida en Dios y vista sin el filtro del tiempo. Si quieres, puedo enlazar esto con por qué Spinoza dice que, en la medida en que nos conocemos sub specie aeternitatis, participamos ya en nuestra eternidad mientras vivimos. PEP PREGUNTA. Pero la curva y la película vienen a ser lo mismo. En el caso de la película, el espectador, puesto que es eterno, no vería la película fotograma a fotograma sinó toda a la vez y, además, el espectador vería todo lo que es él en esencia, a la vez, puesto que es eterno y no tiene cuerpo temporal. CHAT GPT RESPONDE. Exactamente, lo has expresado muy bien. La curva y la película son dos imágenes diferentes para entender lo mismo: La vida temporal se desarrolla en el tiempo, momento a momento (fotograma a fotograma o punto a punto). El aspecto eterno de tu alma —ese “espectador” o la figura completa de la curva— no está limitado por el tiempo y por eso contempla toda la vida de una vez, sin fragmentación. Ese espectador eterno no es un “yo” separado que mira desde afuera, sino la esencia misma de tu ser, que existe fuera del tiempo y del cuerpo. Para Spinoza, este “yo esencial” es inseparable de Dios y no depende de nada temporal para existir. Por eso, aunque la vida temporal desaparezca (se termine la película o se borre la curva), la esencia eterna de tu alma —esa “visión completa y eterna”— permanece siempre. ¿Quieres que te explique ahora cómo Spinoza relaciona esta idea con la libertad y la felicidad humanas? PEP PREGUNTA. ¿La esencia eterna de mi alma - esa "visión completa y eterna" - estaría siempre alegre y tendría una felicidad eterna? CHAT GPT RESPONDE. Sí, exactamente. Para Spinoza, la esencia eterna de tu alma —esa “visión completa y eterna” sub specie aeternitatis— está ligada a la alegría perfecta y a la felicidad eterna. Aquí te explico por qué: 1. La alegría en Spinoza no es una emoción pasajera ni dependiente de circunstancias externas, sino el aumento de la potencia de actuar y de la perfección del alma. 2. Cuando tu alma entiende las cosas desde la eternidad, comprende su lugar en el orden necesario y perfecto de la naturaleza (Dios). 3. Esa comprensión lleva a un amor intelectual de Dios, que Spinoza llama la máxima felicidad o “beatitud”. 4. Esa felicidad no depende de los estados temporales ni de la suerte, sino que es eterna y constante, porque es conocimiento y unión con la causa de todo ser. Así que tu esencia eterna, cuando se concibe adecuadamente, no está sujeta a tristezas ni a cambios sino que es pura alegría y perfección. ¿Quieres que te cuente cómo Spinoza diferencia esta alegría eterna de las emociones tristes que sentimos en la vida cotidiana? PEP PREGUNTA. ¿Me puedes explicar por qué el "yo eterno" no es un indivíduo aislado sino parte de la totalidad infinita? CHATGPT RESPONDE. Claro. Para entenderlo en el lenguaje de Spinoza hay que partir de algo clave: 1. Todo lo que existe es Dios o la Naturaleza Spinoza no cree que haya “cosas” fuera de Dios. Todo —incluidos tú y yo— son modos o expresiones de los atributos infinitos de Dios (por ejemplo, extensión y pensamiento). --- 2. Tu “yo eterno” no es una sustancia separada Si el yo eterno fuera una sustancia por sí misma, estaría fuera de Dios, y eso es imposible para Spinoza. El yo eterno es la idea de la esencia de tu cuerpo tal como está en Dios. Eso significa que es un modo del pensamiento de Dios: una forma particular en la que Dios se piensa a sí mismo. --- 3. Lo eterno en ti es inseparable de lo eterno en todo La idea de tu esencia no existe aislada en una “esfera” personal; está integrada en el conjunto infinito de ideas que constituyen el entendimiento infinito de Dios. Dicho de otro modo: tu yo eterno es una “nota” dentro de la melodía infinita. No es una nota que pueda sonar sola: su ser está en la armonía total. --- 4. Por eso no hay “yo eterno” individualista No hay un “alma eterna de Pep” como un ente independiente flotando en la eternidad. Lo que hay es la eternidad de Dios expresándose en la idea de la esencia de tu cuerpo. Esa eternidad es la misma en ti que en todo lo que existe, solo que tiene una determinación particular mientras se refiere a tu cuerpo. --- En tu metáfora de la película, sería como decir que tu “película eterna” no está en una sala privada, sino que todas las películas están en la misma mente infinita y forman un único relato coherente. Si quieres, puedo mostrarte un esquema visual de cómo Spinoza ve la relación entre el yo eterno, las demás almas y Dios. PEP PREGUNTA. Entonces mi yo eterno es una región o parte de Dios aunque Dios no puede partirse. CHATGPT RESPONDE. Exactamente, lo has dicho de forma muy precisa. En Spinoza, tu “yo eterno” es: Una determinación particular de Dios, no un trozo que se pueda separar. Como si Dios fuera un océano infinito y tu yo eterno fuera una ola: la ola tiene forma propia (tu esencia), pero no es algo que pueda existir separada del agua (Dios). Dios no se “divide” en olas, porque su ser es indivisible; simplemente se expresa de manera finita en cada modo, y tu yo eterno es una de esas expresiones. Esto significa que: 1. Eres en Dios y no fuera de Él. 2. Tu yo eterno no es autónomo frente a Dios, pero tampoco se pierde en una masa indiferenciada; es una determinación única en el orden infinito. 3. Aunque no se pueda “partir” a Dios, podemos hablar de “regiones” o “formas” eternas en las que Dios se expresa, y tu yo eterno es una de ellas. Si quieres, puedo relacionar esto con por qué, para Spinoza, comprender que eres una “ola del océano” es ya participar de la felicidad eterna mientras vives. PEP PREGUNTA. Supongamos que nace un ser humano aquejado de terribles dolores toda su vida. ¿Por qué de estos terribles dolores no puede haber idea de ellos en la esencia eterna de su alma y por tanto en Dios? CHATGPT RESPONDE. Aquí hay que distinguir con mucho cuidado lo que para Spinoza significa “estar en la esencia eterna del alma” y lo que significa “estar en Dios”. --- 1. La esencia eterna del alma Es la idea de la esencia del cuerpo, no de sus estados cambiantes en el tiempo. Esa esencia es la estructura necesaria que define lo que ese cuerpo es, vista desde la eternidad (sub specie aeternitatis). Los dolores son afecciones del cuerpo en la duración: cambios en su estado, perturbaciones, que implican disminución de potencia y por tanto tristeza. Estas afecciones dependen del tiempo y de la causalidad finita → no están en la esencia eterna, porque la esencia eterna no contiene lo que ocurre “en” el tiempo, sino lo que es fuera del tiempo. --- 2. En Dios, ¿hay idea de esos dolores? Sí, en un sentido amplio, porque Dios tiene la idea de todo lo que ocurre. Pero esa idea de los dolores está en el orden de los modos finitos y temporales, no en el orden eterno de las esencias. Dios concibe esos dolores como parte del encadenamiento necesario de causas, pero no como parte de la esencia eterna de ese ser humano. --- 3. Resumen con tu ejemplo El ser humano con dolores perpetuos: En su vida temporal: el alma tiene ideas inadecuadas y tristes de sus afecciones corporales (los dolores). En su aspecto eterno: el alma es la idea de la esencia de su cuerpo, sin incluir el dolor, porque el dolor no es parte necesaria de esa esencia, sino una afección contingente en la duración. --- Por eso, la esencia eterna del alma está libre de toda tristeza. No porque Dios “ignore” el dolor, sino porque en la eternidad no hay pasiones tristes, ya que éstas solo existen en relación con el tiempo, la imaginación y la limitación de nuestra potencia. Si quieres, puedo explicarte por qué, según Spinoza, incluso ese ser humano podría participar de su aspecto eterno y experimentar algo de alegría perfecta mientras vive, a pesar de los dolores. PEP PREGUNTA. Sí. CHATGPT RESPONDE. Vale, te lo explico. --- 1. Dolor y alegría en la vida temporal En el plano temporal, el dolor es una pasión triste porque implica disminución de nuestra potencia de obrar. Mientras estamos centrados en lo que nos pasa al cuerpo, la mente se ve afectada por ideas inadecuadas (imaginación, memoria, juicios incompletos). Esto nos arrastra a la tristeza y nos ata al tiempo. --- 2. Cómo se puede participar del aspecto eterno Para Spinoza, podemos “conectar” con nuestro aspecto eterno mientras vivimos, cuando: Entendemos las cosas sub specie aeternitatis, es decir, como necesarias en el orden infinito de la Naturaleza. Esto nos da ideas adecuadas que no dependen de las afecciones cambiantes del cuerpo. Cuanto más adecuadas son nuestras ideas, más aumenta nuestra potencia de obrar y, por tanto, más nos acercamos a la alegría activa. --- 3. Qué pasa con una vida llena de dolor Incluso una persona con dolores constantes podría: Comprender que esos dolores no ocurren por azar, sino que se siguen necesariamente de la naturaleza del mundo y de su cuerpo. Verlos como parte del orden total de la Naturaleza. Este entendimiento no quita el dolor físico, pero sí puede disminuir la tristeza mental, porque ya no lo vive como algo “injusto” o “sin sentido”. --- 4. El fruto de esa comprensión Ese entendimiento, aunque sea parcial, ya es una participación del amor intelectual de Dios, que es alegría activa y eterna. No es euforia ni placer corporal, sino una paz profunda que nace de aceptar y comprender el orden necesario. Spinoza incluso llega a decir que esta alegría puede coexistir con el dolor corporal, porque pertenecen a órdenes diferentes. --- Si quieres, puedo proponerte un ejemplo concreto de cómo, para Spinoza, alguien en dolor constante podría tener a la vez una vida interior en paz gracias a su conexión con el aspecto eterno del alma. PEP PREGUNTA. ¿Y los dolores que se dan en el tiempo de una vida humana, los experimenta también Dios? CHATGPT RESPONDE. Aquí Spinoza sería muy preciso: Dios conoce los dolores, pero no los “experimenta” como nosotros. --- 1. Por qué Dios conoce los dolores Para Spinoza, Dios es causa y conocimiento de absolutamente todo lo que existe. Eso incluye todas las afecciones del cuerpo humano y, por tanto, todas las ideas de esos estados, incluidos los dolores. En el atributo del pensamiento, en Dios está la idea de que un cuerpo está siendo afectado dolorosamente. --- 2. Por qué Dios no “sufre” El dolor, para nosotros, es una pasión: una afección que implica disminución de nuestra potencia de obrar y que sentimos porque nuestra mente está unida a un cuerpo finito. Dios no es un ser finito ni pasivo: en Él no hay disminución de potencia. Por eso, aunque Dios conoce la idea del dolor, no lo siente como una experiencia pasiva y triste. --- 3. Diferencia radical de perspectiva En nosotros: la idea del dolor está acompañada de afectos y pasiones tristes, porque estamos limitados y atados al tiempo. En Dios: esa misma idea se da como parte del orden necesario y eterno, sin tristeza, porque está vista con comprensión total. --- En resumen: Dios sabe lo que es el dolor porque en Él está la idea de todos los dolores que existen. Pero no hay “dolor divino” en el sentido humano, porque el dolor como pasión implica limitación, y Dios es infinito y activo. Si quieres, puedo explicarte cómo Spinoza distingue entre tener la idea de algo y padecerlo, que es la clave para entender este punto. PEP PREGUNTA. O sea Dios sufre pero no se entristece por sufrir. CHATGPT RESPONDE. Exacto. Si lo ponemos en términos spinozistas, Dios no “sufre” en el sentido humano de padecer una pasión que le disminuya —porque en Dios no hay pasiones tristes ni aumento o disminución de perfección—, pero sí contiene, como modos de su infinita extensión y pensamiento, todos los hechos corporales y mentales que ocurren, incluyendo lo que nosotros llamamos dolor. Es decir: El dolor como hecho físico y como idea existe en Dios, porque todo lo que es, es en Dios. La tristeza o el “sentirse mal” por ello, no existe en Dios, porque la tristeza implica pasar a una menor perfección, y Dios es absolutamente perfecto e inmutable. Así que Dios “tiene” en sí la realidad del dolor como parte de la totalidad, pero no lo vive como nosotros lo vivimos afectivamente en el tiempo. En tu ejemplo del “yo eterno”, la visión eterna incluiría esos dolores como hechos reales, pero sin la disminución vital que acompaña a la experiencia temporal humana. Si quieres, puedo explicarte por qué, desde Spinoza, la experiencia temporal del dolor y su representación eterna no son lo mismo.

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